La estrella de Belén y los Reyes Magos
José vive en Belén y María está encinta. La época es
dura, no hay quién los aloje. José refugia a su familia en un establo y sucede
el parto. Nace Jesús y se acercan unos vecinos, pobres también. Pronto, todos
se sorprenden. Llegan al pesebre tres hombres bien vestidos. Son los Reyes de
Oriente, los que hoy llamamos Reyes magos. Llegan con unos pocos regalos que no
sirven para nada y exclaman: Encontramos el lugar siguiendo una estrella,
una estrella nos trajo hasta acá.
Vaya historia, una estrella guió a los reyes hasta el
hijo de Dios. El relato bíblico tiene un contenido astronómico. Los tres Reyes representan
a las estrellas llamadas Las Tres Marías o el cinturón de Orión, visible en
esta época en lo alto de la noche. Es muy posible que la estrella guía de
verdad haya existido. Esa estrella, la estrella de Belén, fue un cometa.
Los cometas son cuerpos que se formaron junto con el
sistema solar, hace unos 4.500 millones de años; desde entonces aguardan el
anunciamiento de la gravedad para soltarse de su lejana morada y lanzarse a la
carrera sobre su madre, el sol. Cometa viene de coma o cabellera. Sucede qué,
cuando dicho astro se acerca al sol, la energía de este lo calienta y lo
desarma en pequeños fragmentos que, impulsados hacia atrás, forman su cabellera
de luz y una o dos colas. Es decir, forman belleza.
Por una característica de nuestro universo, siempre
que un cuerpo tira de otro por medio de la gravedad, este cae hacia él
siguiendo caminos que llamamos elipses. Las elipses son círculos achatados. Un
círculo es el perímetro de una moneda; una elipse es el perímetro de la sombra
que esa moneda arroja sobre la mesa si la iluminas de costado.
El avance del pensamiento ha luchado siempre con algo
mucho más poderoso que la ignorancia o la incapacidad. El pensamiento lucha
contra un gigante llamado paradigma. Los paradigmas son estructuras mentales
que nos condicionan al pensar. Muy pocos David hubo en la ciencia que hayan
podido derrotar a ese Goliat. En la antigüedad se pensaba que las órbitas planetarias
debían ser circulares, y esto demoró mil años la verdad. Al fin llegó Kepler,
con su honda de cálculos, y probó que las órbitas no eran circulares: eran
elípticas.
Las elipses permiten que, si puedes observar el paso
de un cometa por tres puntos del cielo, entonces puedes calcular todos los
puntos restantes, todos los sitios donde ese muchacho irá a estar en el futuro -o
donde haya estado en el pasado. Es por esto que los astrónomos tienen la
certeza de que la estrella de Belén fue un cometa: hay uno bien grande que pasó
aproximadamente por nuestro cielo hace más o menos 2012 años.
Pronto volverá a pasar un cometa por los cielos de
Chabás. Lo hará en marzo de 2013. Esta piedra de hielo y polvo viene en camino
pues alumbrará la llegada de mi nieto. Mi hija mayor está encinta de su amor y
su pancita, esa pancita que durante años acariciamos y cuidamos, hoy guarda el
milagro de la vida. Es un varón. Un varoncito está en camino y un cometa
precioso como pocos que se hayan visto en el pasado viene a su encuentro. Los sabihondos
dicen que brillará en la noche con el poder de una Luna. Yo no pido tanto, no
es necesario. Ya saben lo que pienso de los avaros que todo lo quieren para sí,
y mucho me basta la felicidad de esa madre.
Volviendo a la vana ciencia, los cometas están
catalogados como de corto y largo período, es decir, de corta o larga elipse.
Los de corto período se repiten cada 50 o 100 años. Son cometas que habitaban
una franja de escombros muy cercana a los lindes del sistema solar. Luego están
los cometas de larga elipse. Estas cabelleras de luz pasan hoy y, cuando
vuelvan… ninguno de nosotros estará aquí para verles. La astronomía, mucho más
que las religiones, nos enseña a ser humildes.
Sabemos los astrónomos que solo somos un parpadeo en
la nada, un soplo de dolor o alegría en la sinfonía tocada por los astros
infinitos. Por eso, en estas fiestas, no se ignoren; busquen al amigo y al ser
querido y compartan con él o envíenle un gesto de cariño. El parpadeo de cada
estrella nos lo sugiere.
Hermoso, sr. Galarza...sutil y respetuoso su escrito. Muchas gracias. Andrea
ResponderEliminarGracias¡¡¡ te agradezco mucho, es un halago muy grande el tuyo. Si te interesa la astronomía siempre puedes venir, organizamos quedadas y observaiones en el campo, quedas invitada¡¡¡
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