miércoles, 24 de julio de 2013

Planetas más allá del Sol

Planetas más allá del Sol
Durante mucho tiempo el pensamiento de los científicos se aferró a la idea de que nuestro mundo era el centro del Universo. Luego creímos que el Sol lo era. Nos hubiéramos conformado con que nuestra Galaxia fuera la única pero ninguna de estos conceptos se reveló verdadero. Sabemos ahora que podría haber múltiples Universos, incluso, similares o no al que habitamos.
La grandeza de este concepto es difícil de asimilar de modo que voy a escribirlo despacio para que usted lo lea despacio: múltiples Universos, cada uno con miles de millones de galaxias; cada una con miles de millones de soles, cada uno rodeado por ¿ocho planetas?

En el año 1992 se anunció el hallazgo de un Planeta Más Allá del Sol, un exomundo que órbita el púlsar PSR1257 (Púlsar es un grado evolutivo de un tipo de estrella). Tres años después se encontraron exoplanetas alrededor de una estrella en la bella constelación del Caballo alado (G51 Pegasi). A partir de entonces cada mes se anunció el descubrimiento de exoplanetas gira que gira en derredor a algún tipo de estrella: Rojas, Enanas, Púlsares, estrellas similares al Sol. El Universo es un guiso al cual no le faltan ingredientes ¡y cada uno de ellos dice presente a la hora de sumar compañeros!


Que existan planetas más allá del Sol, encontrarlos y estudiarlos desde casa, nos coloca frente a la posibilidad increíble de dar al fin con un tipo de vida distinta de la terrestre, tal vez con tecnología.
Saber que cada estrella posee a su alrededor planetas, grandes y pequeños, de gas y de roca (terrosos) como la misma Tierra que pisamos, pensar o saber que en esos mundos puede haber agua líquida… Mares, lagos, ríos acaso con vida que bulle y salpica, conmueve en lo más hondo a todos aquellos que nos permitimos suspirar con el cielo estrellado, con la Luna perfecta, con un atardecer rosado.


Los astrónomos observan las estrellas, las fotografían, toman de ellas su luz y la analizan con un prisma o malla de CD. Logran su espectro –puedes jugar en casa con un CD, verás el espectro de cualquier lámpara, es muy bello, aparecen y desaparecen los seis colores del arco iris.
Mediante el arco iris de las estrellas se puede buscar y encontrar planetas extrasolares. No solo hallarlos; también, aunque parezca increíble, saber si en ese planeta hay agua líquida o hielo, si hay monóxido o dióxido de carbono; en fin, cada elemento y su estado, es decir, si sólido, líquido, gaseoso -o en forma de plasma cuando es estrella. Es muy fácil aunque lo creas difícil. El pensamiento puede detenerse, como en el caso de la edad media, o avanzar a los saltos como en la época que vivimos.

Cuando empezamos a encontrar estos planetas pensamos que muy pocos de ellos se ubicaban a la distancia necesaria de su sol como para tener H2O líquido. Recuerda que el agua sólo existe entre los 0 y los 100ºC. Temperatura que en nuestro sistema solo se halla en un planeta: el nuestro. Venus está muy caliente y Marte muy frío, hay hielo en Marte. En el resto de los planetas tampoco hemos dado con agua (aunque podría haberla bajo superficie en Europa, luna de Júpiter).
A la región de un sistema planetario donde puede haber agua se le llama zona de habitabilidad. La última y fenomenal noticia es que en torno a una estrella triple de Escorpio -enana roja- se encontró ¡tres exoplanetas en dicha zona! Imaginen: tres mundos con posibilidad cierta de contener agua, con las perspectivas que ello conlleva.


Son mundos terrosos y están próximos a su estrella ¡más cerca que Mercurio de la nuestra! pero una estrella roja es un sol frío, no hace mucho calor allí. Atraídos por la potente gravedad sus años apenas son de días o meses. Parados en ellos, mirando el cielo, veríamos al resto de soles brillar con la fuerza de nuestra Luna llena por las noches. Y en el día… en el día un sol ubicuo pintaría todo de rojo.